Vivimos en un mundo que tiene miedo, "falso miedo", a
las personas que piensan diferente, como si fuese una obligación que
todos fuésemos y pensásemos igual, afortunadamente esta es nuestra
riqueza, cada ser humano es único y como tal hay que verle, escucharle y
si tiene otro punto de vista, analizarlo, ver que nos aporta y, seguro
que esto nos hace ver las cosas desde otras perspectivas, reflexionar de
una manera diferente, crecer al fin y al cabo.
A mí me encanta encontrarme con gente diferente, reflexiva, con quién poder contrastar ideas, situaciones, posibilidades, especialmente me gusta ver sus puntos de vista emocionales, que a mí me ayudan y me enriquecen tanto.
Cuando intento hablar de este tipo de cosa, mucha gente “se me pone hostil”, la versa es que no entiendo por qué, con que me digan que no desean hablar de estos temas, para mí es suficiente, pero la realidad, es, como dice la frase, “un mundo lleno de cuerdos hostiles“.
A mí me encanta encontrarme con gente diferente, reflexiva, con quién poder contrastar ideas, situaciones, posibilidades, especialmente me gusta ver sus puntos de vista emocionales, que a mí me ayudan y me enriquecen tanto.
Cuando intento hablar de este tipo de cosa, mucha gente “se me pone hostil”, la versa es que no entiendo por qué, con que me digan que no desean hablar de estos temas, para mí es suficiente, pero la realidad, es, como dice la frase, “un mundo lleno de cuerdos hostiles“.
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