Toda acción (causa) tiene consecuencias (efecto), y cuando eres tú el que elige las acciones que tomas en tu vida también eres tú el único responsable de los resultados que obtienes. Si las cosas salen bien es muy fácil darse palmaditas en el pecho y decir "qué listo soy". Sin embargo, si la situación se tuerce, a ninguno le gusta dar la cara y reconocer que se ha equivocado. Lo que se intenta es pasar desapercibido. Somos nosotros los que debemos decidir nuestro destino y debemos aceptar que las caidas llegaran y que debemos levantarnos, para enmendar ese error y no meter a otras personas, para carguen con nuestras penas y errores
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