Un día un avaro vendió todo lo que tenía y compró una pieza de oro, el
cual enterró en la tierra a la orilla de una vieja pared y donde todos
los días iba a mirar el sitio.
Uno de sus vecinos observó sus frecuentes visitas al lugar y decidió investigar que pasaba. Entonces descubrió lo del tesoro escondido por el avaro y cavando una noche de esas, tomó la pieza de oro, robándosela.
El avaro, cuando fué al día siguiente para ver su oro, encontró el hueco vacío y jalándose sus cabellos se lamentaba amargamente. Entonces un granjero que pasaba por ahí, escuchando los quejidos del avaro, le preguntó:
- "Dime amigo, ¿qué te sucede?
A lo que el avaro respondió:
-¡Algo terrible!, dijo el avaro entre sollozos; He vendido mi casa, mis tierras y todo lo que tenía a cambio de un pedazo de oro que oculté en este agujero y que ahora, ha desaparecido!
Entonces el granjero se apiadó de él y lo consoló diciéndo:
- "Da gracias de que el asunto no es tan grave. Ve y trae una piedra y colócala en el hueco. Así imaginarás que el oro que tenías aún está allí. Para ti será lo mismo que aquello sea o no sea oro, ya que de por sí no harías nunca ningún uso de él."
Diciendo esto el granjero siguió su camino.
Uno de sus vecinos observó sus frecuentes visitas al lugar y decidió investigar que pasaba. Entonces descubrió lo del tesoro escondido por el avaro y cavando una noche de esas, tomó la pieza de oro, robándosela.
El avaro, cuando fué al día siguiente para ver su oro, encontró el hueco vacío y jalándose sus cabellos se lamentaba amargamente. Entonces un granjero que pasaba por ahí, escuchando los quejidos del avaro, le preguntó:
- "Dime amigo, ¿qué te sucede?
A lo que el avaro respondió:
-¡Algo terrible!, dijo el avaro entre sollozos; He vendido mi casa, mis tierras y todo lo que tenía a cambio de un pedazo de oro que oculté en este agujero y que ahora, ha desaparecido!
Entonces el granjero se apiadó de él y lo consoló diciéndo:
- "Da gracias de que el asunto no es tan grave. Ve y trae una piedra y colócala en el hueco. Así imaginarás que el oro que tenías aún está allí. Para ti será lo mismo que aquello sea o no sea oro, ya que de por sí no harías nunca ningún uso de él."
Diciendo esto el granjero siguió su camino.
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