La sociedad, los profesores, los padres nos han enseñado mal, desde niños han intentado empujarnos a ser los mejores, a compararnos con el líder e intentar superarlo, sea por lo civil o lo criminal.
Esas enseñanzas nos acompañan toda la vida, e impregnan nuestra forma
de entender el mundo o nuestro sitio en él, ya sea en la esfera de los
negocios o en la personal. Siempre, estamos intentando ser los mejores.
Y eso puede ser bueno, porque intentar mejorar es algo muy positivo que nos
ayuda a sacar lo mejor de nosotros mismos y esforzarnos día a día en
crecer. Pero el problema es que habitualmente no nos utilizamos como referencia a nosotros mismos, sino al líder. Y el lider no es siempre el ejemplo a seguir, porque a veces este ha logrado su posición pisoteandolo a las personas que le rodean, y dejando desgracia por donde pasan. Uno debe ser como le parieron e intentar mejorar respetando a todos aquellos que se cruzara en su camino a lo largo de la vida. solo de esa manera sera diferente a los demás
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