Nunca la noche vencera al amanecer, y nunca un problema debe derrotar a nuestra esperanza. Dicen que es mejor no esperar nada de nadie, que estar esperando siempre, que es mejor ser pesimista que llevarse una desilusión, que nuestro propio orgullo a veces se encarga de que no entres en razón. Muchos piensan que el mundo es egoísta, pero si tu no crees en ti, crees que los demás lo van hacer?. Puede ser que tu imaginación vuele y se estrelle o puede que no, pero es preferible, no dejarle a la esperanza el poder de mi decisión, en el camino que he de seguir. Eso es algo que solo lo puede decidir uno, al final estara el triunfo o la derrota, pero habras sico tu, quien lo has decidido y no el destino, al que culpan los pesimistas
Uno aprende que no podemos hacer un reset de cada trompiezo, que la memoria juega con nosotros, pero gracias a ello, podemos aprender de nuestros propios errores. Porque, cuando alguien nos hace daño queremos devolvérsela. Cuando alguien hace que nos equivoquemos, queremos tener razón. Sin el perdón, nunca se ajustan las cuentas, las viejas heridas nunca se curan y seguiremos por el camino equivocado, que nos hara trompezar de nuevo en la vida y caer derrotados ante las adversidades
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