Algo que aprendemos casi desde que nacemos, es que si sabemos donde nacemos... pero donde moriremos no. Es ley de vida y claro un día moriremos, de eso es algo que nadie escapa. No obstante a veces pensar en el fin de nuestra vida se traduce en un sentimiento que puede causar verdadero miedo para muchos. A menudo podemos ver como las personas que se encuentran alrededor de otra que va a morir empiezan a sentirse muy angustiadas y a sentir un dolor profundo. Por otro lado la muerte y el miedo ante ella es para muchos la principal razón por la que las religiones han sobrevivido a siglos de historia.
Gran parte de la humanidad viven ansiosos pensando en ese final, no pueden olvidarse de él y aunque intenten evitar esos pensamientos y aunque por momentos puedan postegarlos, las ideas de miedo vuelven una y otra vez. Vivimos constantemente dentro una "fobia" a lo desconocido, sera el fin de todo o hay un principio más alla.
La muerte es algo inevitable, se cierne como una sombra sobre las vidas de todos. Ahora vivimos más tiempo de lo que vivieron nuestros abuelos, estamos mejor alimentados, mueren menos recién nacidos, las medicinas, vacunas nos protegen de epidemias otrora tan temidas, los hospitales dotados de alta tecnología salvan a pacientes necesitados de un nuevo riñón o de otro corazón, pero, a pesar de ello no dejamos de ser mortales. Y aunque hayamos tenido tanto éxito en protegernos de esas "pandemias" que diezmaron a generaciones anteriores, tampoco nos faltan nuestras propias, desde el suicidio, el aborto, el divorcio y la adicción a las drogas, hasta el racismo, la pobreza, la violencia y el militarismo. Estas son las "pandemias" de hoy en día, que causan una gran mortandad en la tierra.
Posiblemente mi menor sea menor que la mayoría de la gente, he una vez en el umbral de ella y la verdad es que no se senti nada, pero ese periodo había una calma, que hizo que superara incluso mis miedos infantiles y comenzar a verlo como algo natural, aunque el dolor de la perdida de un ser querido te destrozara por dentro. Saber que ahora descansa y que ellos siguen estando a tu lado, es algo que te da fuerzas para luchar en el día a día.
Aquel día y camino de los ocho años aprendi una lección y cambio mi forma de ver la vida, estamos aqui y en unas decimas pasamos al otro bando, para que preocuparse, el destino llegara y eso no lo podemos cambiar, aunque la ciencia avazara de forma incrible, nuestro destino esta marcado y podemos coger los desvios que querais, pero al punto final llegaremos siempre tarde o temprano...
Gran parte de la humanidad viven ansiosos pensando en ese final, no pueden olvidarse de él y aunque intenten evitar esos pensamientos y aunque por momentos puedan postegarlos, las ideas de miedo vuelven una y otra vez. Vivimos constantemente dentro una "fobia" a lo desconocido, sera el fin de todo o hay un principio más alla.
La muerte es algo inevitable, se cierne como una sombra sobre las vidas de todos. Ahora vivimos más tiempo de lo que vivieron nuestros abuelos, estamos mejor alimentados, mueren menos recién nacidos, las medicinas, vacunas nos protegen de epidemias otrora tan temidas, los hospitales dotados de alta tecnología salvan a pacientes necesitados de un nuevo riñón o de otro corazón, pero, a pesar de ello no dejamos de ser mortales. Y aunque hayamos tenido tanto éxito en protegernos de esas "pandemias" que diezmaron a generaciones anteriores, tampoco nos faltan nuestras propias, desde el suicidio, el aborto, el divorcio y la adicción a las drogas, hasta el racismo, la pobreza, la violencia y el militarismo. Estas son las "pandemias" de hoy en día, que causan una gran mortandad en la tierra.
Posiblemente mi menor sea menor que la mayoría de la gente, he una vez en el umbral de ella y la verdad es que no se senti nada, pero ese periodo había una calma, que hizo que superara incluso mis miedos infantiles y comenzar a verlo como algo natural, aunque el dolor de la perdida de un ser querido te destrozara por dentro. Saber que ahora descansa y que ellos siguen estando a tu lado, es algo que te da fuerzas para luchar en el día a día.
Aquel día y camino de los ocho años aprendi una lección y cambio mi forma de ver la vida, estamos aqui y en unas decimas pasamos al otro bando, para que preocuparse, el destino llegara y eso no lo podemos cambiar, aunque la ciencia avazara de forma incrible, nuestro destino esta marcado y podemos coger los desvios que querais, pero al punto final llegaremos siempre tarde o temprano...
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