Una de las mayores debilidades de la especie humana es la típica familiaridad del hombre con la utilizamos la palabra "imposible. Las causas más comunes de nuestros fracasos es el hábito de abandonar cuando uno es derrotado temporalmente. Cuando la derrota nos abruma, la actitud más lógica y mas fácil es abandonar, y eso es exactamente lo que hacemos la mayoría de los seres humanos. Cuando una meta que nos proponemos no tiene una fecha de cumplimiento puesta por nosotros mismos, porque tenemos el hábito o el vicio de no tener fecha de cumplimiento para la misma, queda como "en el aire" y este "estar en el aire" dificulta que nosotros asumamos un compromiso diario para alcanzar esa meta y eso tarde o temprano llevara al fracaso de esa meta y su posterior abandono. No disponer de una metodología para alcanzar tu meta sería como viajar y pretender llegar a tu destino sin disponer de un mapa, ni de indicaciones precisas. Por eso no te rindas, sigue luchando para llegar a esa meta, cueste lo que cueste. Los que abandonan fracasan, mientras que las personas que cumplen lo que se proponen, están muy ocupadas trabajando cada día para hacer realidad lo que han soñado y sigo caminando, paso a paso, sin prisas, pero sin pausas
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