Cuando escuchamos la palabra tormenta pensamos y visualizamos, pena, dolor, destrucción, llanto, sufrimiento, perdidas humanas, quizás... es muy cierto que las "tormentas" en nuestra vida traen mucho dolor, pero es necesario pasar por tormentas para que la vida renazca de sus cenizas. En la naturaleza las tormentas ayudan renovar todas las cosas, el aire se limpia, las semillas se esparcen, donde no habían árboles crecen nuevos, los arboles viejos se caen para dar paso a nuevos brotes que en unas décadas se convertiran en nuevos árboles. Las tormentas liberan las energías negativas que hay en el ambiente, para dar paso a un equilibrio. De esta manera, nuestra vida puede cambiar, como dice el refran "después de la tormenta, llega la calma" Las tormentas son necesarias en nuestra vida para que podamos aprender, madurar, recomenzar. Personalmente no me gustan las tormentas, pero si son para aprender y crecer, aunque no me gusten trataré de pasarla guardando mi corazón y no huiré de ellas por mucho dolor que causen, porque de esas tormentas nacerá el mana la vida y un nuevo comienzo
No hay comentarios:
Publicar un comentario