Hoy se cumple un año de tu partida, un adios silencioso, casi sin darnos cuenta, pero con toda tu familia junto a ti en esa partida. No hay medicamento que cure el dolor del alma, sólo hay un "analgésico"
llamado tiempo que te enseña a no sentir dolor aunque la herida perdure y siga sangrando de dolor.
Hay luto en mi alma por tu partida tan temprana pero yo se que estas en
el lugar más hermoso, rodedo de los nuestros, que partieron con anterioridad. Porque aunque no se demuestre exteriormente, el luto duele. Es muy desolador que alguien se muera y no tener tiempo de abrazarle, de decirle cuánto lo querias. Aunque yo no te pueda volver a oír ni ver
se que estarás en mi corazón donde por siempre vivirás y se que me guiaras en este camino, hasta que llegue el día en que podamos abrazarnos nuevamente
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