viernes, abril 11, 2014

La Tortuga Matilde (III)

- Matilde, sube en la cesta… veras que bello es volar  

Cuando Matilde subió a la cesta, sus amigos cogieron con sus picos las cuerdas que sujetaban el asa y salieron a la calle… Comenzaron a mover las alas y poco a poco comenzaron a volar. Matilde no daba crédito a lo que veía, la cesta comenzaba a levantarse del suelo… ¡Estaba volando! Sus amigos le dieron un paseo increíble. Veía las copas de los arboles, veía incluso el rio, y veía su casa.
Al rato la posaron el tierra… ahora ella estaba satisfecha, sus amigos le habían concedido la mayoría de sus deseos.
Pablo, el buey, le dijo…
- Parece que estas contenta, pero te falta un deseo… Ser tan fuerte como un buey. ¿Verdad? Y lo eres, cada uno de nosotros es tan fuerte como su naturaleza le permite. Y tu fuerza de voluntad te ha hecho caminar hasta aquí, solo para visitar a un amigo enfermo, tu fuerza te ha ayudado a no tener miedo mientras volabas. La fuerza no solo radica en el peso que levantas, sino en hacer aquello en lo que crees… Muchas veces has sido de gran ayuda a todos nosotros.
Matilde miraba a sus amigos…
- Como ves –comenzó Karina, todos los sueños se pueden cumplir por muy difíciles que sean si tienes perseverancia, siempre estarán al alcance tuyo
Matilde tenia los ojos llorosos, había cumplido todos sus deseos, pero había descubierto algo más importante, tenía los mejores amigos que una tortuga pueda tener…

FIN

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